Que mi risa sea tu risa,
que mi boca sea tu boca;
que mis ojos y tus ojos
tramen puentes invisibles,
y que el paso de los años,
caudaloso de vivencias,
cave un cauce de experiencias
en que el amor sea libre:
de nadar desde mis montes
a tu océano turquesa,
y trazar en su camino
trayectorias imperfectas;
de saber que al transitar
irá nutriendo estas tierras;
de soñar, de vislumbrar
flores, brisa, sol y hierba.
1 comentario:
limpio, simple y brillante... un deseo... genial... AMÉN...
PABLO DONAIRE
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