miércoles, 10 de septiembre de 2008

veo veo


Te veo con mis lentes y sin ellos,
te veo bajo una lupa,
te veo a pleno sol;
refriego mis hundidas cuencas
y te observo aparecer entre la niebla.

¿Estás ahí realmente?
¿Existes?
¿¡Existes o no!?
¿Es tan real un “eres” como puede serlo un “soy”?

Mis ojos nunca hubiesen resuelto el dilema,
bastó un abrazo,
bastó tu abrazo…
la mejor respuesta suele ser la más simple.

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